El cementerio se sitúa al este de la población, junto a la carretera de Sevilla, configurando una potente imagen paisajística. De planta rectangular y rodeado de nichos en todo el perímetro, el espacio central se divide en una primera zona ajardinada y con panteones, cercana a la entrada, y el resto esta distribuido por la organización de las pandas de nichos exentos. El cerramiento es muy potente y con imagen de gran atracción, tanto en las partes reforzadas con gruesos pies de amigo, como en otras apilastradas con una fuerte coronación sobre la que monta el alero de las cubiertas de nichos, que aquí es a dos aguas. Está enjabelgado. Portada también enjabelgada, con cancela bajo arco de medio punto que abre en una portadita con pilastras dóricas, entablamento aplicado sobre una montura con pináculos y cruz central. Existe costumbre de conservar aplicadas a la pared lápidas antiguas, con lo cual cuentan con una importante colección. Así la de Dª Braulia Rodríguez de Hinojosa (1838), otras con sentidos poemas, como las de Dª Mª de la Purificación Terán y Silva (1845) y Dª Antonia Granados, víctima, dice, del amor filial en una epidemia de cólera. También las de Fernández (1886), Evelina (1841), Sánchez (1860), Moreno (1873) y Espinosa (1856). D. Jacobo Gutierrez tiene una curiosa placa lateral. Hay una Capilla central de los Sánchez de Alva, algo destartalada de traza y pintada en almagra. En el Ayuntamiento se da por supuesto que la documentación histórica estará en poder del Arzobispado de Sevilla (es de propiedad parroquial).

Fuente: Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico. Consejería de Educación, Cultura y Deporte.