Está situado al este de la ciudad, junto a la carretera de Los Corrales, en un alto con importancia paisajística.
Se trata de un amplio recinto cerrado por una tapia de fábrica mixta enjalbegada y con planta en forma de cruz griega, formada por caminos que se cruzan en el centro, donde se ubica una cruz en mampostería y forja. En el espacio que queda en las crucetas se han ubicado sepulturas en tierra, con ornamentación vegetal en su perímetro y arbolado de cipreses en los caminos que separan los cuarteles. Los nichos se ubican en varios pisos -entre tres y cuatro- sobre el muro que circunda el cementerio, así como en varias pandas exentas en uno de los cuarteles. La techumbre de los conjuntos de nichos es de teja árabe y a dos aguas.
La portada primitiva es una cancela bajo arco de medio punto coronada por un frontón triangular con hornacina en su centro y cruz de forja en su parte superior. La verja es de 1884, aunque posiblemente se trajera, de otro cementerio, ya que la construcción es posterior a esa fecha. Flanquean el vano dos cruces de cerámica en color negro sobre el muro de cal.
Hoy dispone de una nueva portada, construida entre 1978 y 1989, de varios cuerpos que sirve de lugar de descanso, reunión y oración en los sepelios. Se compone con formas geométricas elementales con evidente intención académica, dando lugar a un edificio de gran rotundidad que se trata luego suavemente con el color. Esta exenta respecto a las edificaciones primitivas y tiene planta oblonga con dos cuerpos laterales y un paso central, todo ello diáfano.

Fuente: Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico. Consejería de Educación, Cultura y Deporte