En la residencia destaca el salón principal con un prolijo uso de azulejería, como se observa en la elaborada pieza que constituye la chimenea. Otro elemento digno de mención es la capilla, ubicada junto a la almazara; de una nave, con zócalo polícromo de azulejos, está fechada en 1866 y aparece presidida por un retablo de san Uberto, con la imagen titular en una hornacina ornamentada con festones barrocos, sobre una mesa de altar de fábrica con revestimiento cerámico; el oratorio tiene asimismo un panteón.

En cuanto a las dependencias productivas, se organizan alrededor de distintos patios, contándose, por una parte, la almazara, junto a una torre con un depósito de agua, que, como se ha dicho, se dotó de instalaciones industriales a fines del siglo XIX, y, por otra, un palomar, el tinao, con cubierta sobre cerchas, su corral de desahogo y la era al otro lado, otro patio con graneros, así como la gañanía y una habitación para la Guardia Civil.

Fuente: Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico. Consejería de Educación, Cultura y Deporte.