Por lo que respecta a los orígenes de Itálica, faltan datos sobre el asentamiento turdetano y su relación con la fundación de Escipión, especialmente de ubicación y conexiones. De cualquier manera, sí parecen coincidir los distintos autores en que la zona más antiguamente urbanizada corresponde al subsuelo del actual núcleo de Santiponce, mientras que la "Nova urbs" situada al norte, fue de fundación adrianea.

La ciudad, que vivió sus momentos de máximo esplendor entre los siglos I y IV de nuestra era, especialmente durante el mandato de Trajano y Adriano, comienza un paulatino despoblamiento, que se acentúa en época visigoda, hasta su total abandono en época hispanomusulmana. Las fuentes árabes nos hablan de "Talikah" en el siglo XII, del que debería el nombre de "Campos de Talca" que se le dio al despoblado durante la Baja Edad Media o también "Sevilla la Vieja".

La ciudad parece que pudo desempeñar un doble papel, como municipio romano, que albergaba a ciudadanos libres, posiblemente grandes propietarios de terrenos y ganados en el Valle del Guadalquivir y pequeños artesanos y comerciantes, y guarnición permanente del ejército romano en la Baja Andalucía.

Desde el punto de vista artístico, la ciudad de Itálica tiene múltiples valores, a saber su urbanismo representa la dualidad de la ciudad occidental en la "Vetus Urbs" y la oriental en la "Nova Urbs"; desde el punto de vista de las artes plásticas y decorativas, la ciudad ha brindado numerosos restos escultóricos y de musivaria, restando, casi con toda seguridad, muchos otros por aparecer.

Fuente: Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico. Consejería de Educación, Cultura y Deporte.