La forma triangular de la parcela, dibujando en el plano casi un triángulo rectángulo, presenta un ángulo muy agudo en la confluencia de las calles Barcelona y San Juan, mientras que a la actual avenida Tren de los Panaderos, que discurre en gran parte paralela al río Guadaira, se sitúa el tercer lado, que si bien resulta ser de menores dimensiones que los dos anteriores, presenta mejor acceso y facilidad de comunicación para la fábrica, aunque este beneficio no fue aprovechado.

La organización de la planta y los volúmenes atienden también a la funcionalidad demandada para esta actividad. Así en los cuerpos laterales se destinaban al almacenaje de trigo y de harina, mientras en el cuerpo central, se situaba todo el proceso que permitía cambiar la materia prima "trigo- por el producto elaborado "harina.

La fachada principal presenta interés por la ordenación de sus huecos, racionalizados en tamaño y uniformadas sus carpinterías. La continuidad de los espacios interiores permite esta solución que no interfiere en el funcionamiento de la fábrica, permitiendo su adecuada iluminación.

Tratándose de una fábrica de pisos, sus plantas remiten a una construcción híbrida entre muros y pilares, potenciándose estos últimos por la proliferación de los huecos que aparecen en la fachada.

Fuente: Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico. Consejería de Educación, Cultura y Deporte.