Los Almeces de la Cartuja tienen una ubicación privilegiada debido al interés histórico y artístico del conjunto arquitectónico del que son una parte más. Los almeces, que forman aquí una masa boscosa, presentan interés por varios motivos. El primero de ellos es que se trata de una especie con una distribución en la Península Ibérica reconocida como poco frecuente. En el Libro Rojo de la Flora Silvestre Amenazada de Andalucía está catalogado como vulnerable, especialmente por su interés etnobotánico y sus relaciones agrícolas históricas. De hecho, la presencia de este almezar responde al interés de los monjes Cartujos, que construyeron en este lugar su Monasterio a finales del siglo XV y cultivaron almeces. El almez les hacía sentir paz y sosiego mientras caminaban entre ellos. Entre los almeces se alternan los ejemplares con un único fuste y otros con dos o tres brotes de cepa. Uno de los más representativos es el que se encuentra detrás del Monasterio. Posee un perímetro en la base de casi 5 metros, aunque después se estrecha hasta los 2,30 metros a 1,30 de altura.

Acceso: controlado

Fuente: Árboles y Arboledas Singulares de Andalucía. Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio.