Su caserío se encontraba hasta hace no mucho abandonado, pero sus actuales propietarios han realizado en los últimos años una labor de rehabilitación del edificio y de su entorno que ha devuelto todo su esplendor a la hacienda.

En la actualidad el caserío de Vistahermosa se articula en torno a tres patios: el de la izquierda, desde la entrada principal, ha sido levantado en la reciente restauración, el central es el del señorío y el molino, y el de la derecha era el corral. Sin duda el patio central es el núcleo de toda la edificación y su sector más interesante. Se accede por una sencilla portada coronada por una hornacina que conserva su policromía original, combinando los tonos almagra y albero.

A eje con esta portada se abre otra en el otro extremo del patio, que lo comunica con la antigua huerta, en la actualidad jardín. Este patio empedrado articula las principales dependencias del edificio. Así, en la crujía de la izquierda está el molino, estructurado en tres naves separadas por arcos; las dos primeras acogían el molino y los trojes y la tercera la prensa de viga. La torre de contrapeso está en fachada, conservándose la capilla de la viga.

Gran parte de este molino está en la actualidad convertido en vivienda de doble altura. La crujía del fondo es el señorío, de doble planta y con pocos vanos al interior del patio.

En la crujía derecha y unida al señorío destaca la capilla, sin duda el elemento más monumental de la hacienda. Su portada, que sigue los parámetros estilísticos de finales del siglo XVII, se compone de un vano de acceso de medio punto cuya clave está decorada con una ménsula con una cara, coronado por un balcón que ilumina la tribuna, todo bajo el remate de una espadaña.

Fuente: Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico. Consejería de Educación, Cultura y Deporte.