Serranía Suroeste Sevillana

Los pueblos

Marchena, un museo hecho ciudad

Los orígenes de Marchena, verdadera villa monumental, se pierden en la edad de bronce. Este enclave estratégico a orillas del Río Corbones, ha sido habitado en sucesivos períodos, neolítico, tartésico, turdetano, ibérico, cartaginés romano, visigodo e hispanomusulman, época donde su importancia quedó reflejada en su muralla de más de dos kilómetros, que rodeaba la antigua medina, hoy barrio de San Juan. Del periodo islámico ha derivado su nombre, del originariamente, “Marssen-ah” al Marchena actual

La presencia de Enclaves arqueológicos como el de Montemolín, uno de los yacimientos tartésicos más importantes de Andalucía, junto a un conservado núcleo urbano hace de la visita a Marchena un viaje al pasado y al presente del corazón de Andalucía.

Situada en el Valle del Guadalquivir, sus fértiles campos fértiles están regados por el Río Corbones, con una agricultura que sigue funcionando como verdadero motor del territorio, generando mano de obra y riqueza a la localidad. El terreno, suave y llanos con algunos oteros aislados, se dedican principalmente al cultivo del olivar y los cereales, junto a algunas plantaciones aisladas de almendros, algodón y remolacha.

En Marchena, imponentes iglesias, varios conventos que se mantienen activos y bellos palacios y casas señoriales, se alternan con sencillas ermitas dando fe de la importancia de esta localidad de la Campiña Sevillana a lo largo de la historia. Su centro histórico guarda un gran valor patrimonial, siendo de los pocos municipios de la provincia donde la arquitectura árabe y los templos cristianos se suceden de forma armoniosa.

Para conocer este bello pueblo, podemos atravesar el Arco de la Rosa, subir a la alcazaba o llegar a la calle Carrera desde la Plaza Ducal, o simplemente perdernos sin rumbo determinado entre sus callejuelas y disfrutar de la belleza de sus casas blasonadas.

Fuera del núcleo, multitud de caminos o veredas como la del Garabato, nos invitan a conocer su término municipal, disfrutar de la naturaleza en el entorno de la Hacienda de Sanabria, o encontrar alguna de las numerosas haciendas que se reparten por el territorio, vestigios de la antigua vida en el campo, como el Cortijo Bilbao.

Asaja Sevilla, ha recibido una ayuda de la Unión Europea con cargo al Programa de Desarrollo Rural de Andalucía 2014-2022 (Medida 19 Leader), a través del Fondo Europeo de Desarrollo Rural (FEADER) para el Proyecto Caminos Vivos, www.caminosvivos.com que tiene por objetivo la Creación, difusión y promoción de diferentes rutas turísticas, con la colaboración del Grupo de Desarrollo Rural Serranía Suroeste Sevillana